Yo era un tonto...

En 1929, en diversos números de La Gaceta Literaria, se publicaron los poemas que conformarían el libro de Rafael Alberti "Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos", cuyo hilo conductor eran estrellas del cine mudo como Charlot o Buster Keaton.

No crea el lector de esta columna que me voy a adentrar en el surrealismo del libro, tan complicado como brillante, ni en la semblanza de Alberti, ni mucho menos en la biografía de Charlot o Keaton, pero el título de ese poemario me ha venido a la mente al contemplar el panorama político nacional, que más que surrealista parece "subrealista", y no es un mero juego de palabras.

Los acérrimos seguidores del PSOE deben de estar consumiendo vaselina a mansalva para tragarse las ruedas de molino que les ha deparado que su líder acceda al Gobierno después del 23J. Porque son ruedas de molino, se pongan como se pongan, como las de aquellos contra los que se enfrentó don Quijote, las que les ha puesto como aperitivo de esta legislatura Pedro Sánchez y su corte de los milagros. Porque resulta que no solo ahora hay que decir que sí a lo que hace cuatro meses se decía que no, sino que, además, hay que justificarlo y ahí está el problema. Porque ahora, en cada ciudad y pueblo, en cada comida familiar, o reunión de amigos,........

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