La nueva vida de los embalses, una palanca para el medio rural

Central hidroeléctrica de Villalcampo. / Archivo

El inicio del proceso de extinción del contrato para la explotación hidroeléctrica en el Salto de Castro abre una nueva vía para la histórica demanda de los municipios ribereños próximos a los embalses que reclaman algo tan esencial como aquella pequeña compensación que nunca tuvieron. El procedimiento arranca tras haberse cumplido los 75 años de aprovechamiento estipulados en el documento original, y sigue la estela de Villalcampo, presa pionera en estas lides. Los pueblos que han pasado tres cuartos de siglo al pie de las centrales no quieren sumar 150 años al margen de lo que acontece a escasos metros de sus hogares y por eso se están movilizando para conseguir, en el próximo contrato, una serie de beneficios que se podrían resumir en tres áreas: facilidades para la creación de comunidades energéticas, acceso prioritario al empleo y diseño de proyectos estratégicos para la población en materia de vivienda, turismo y medio ambiente.

La unión hace la fuerza, y por eso la organización de esta revuelta de los municipios ribereños se está cimentando sobre la consideración de que habrá 255 presas de........

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