Tendría aproximadamente ocho años, iba a la escuela de mi pequeño pueblo, como casi todos los niños, y digo casi todos, porque algunos ya habían comenzado a los doce años, a ejercer labores propias de adulto; había un crío de nueve años, que siempre, de forma constante y persistente, llegaba a la escuela tarde, no exageradamente, pero si se hacía notar su llegada, tal es así, que el gracioso de clase, le apodó como, "el tren de las once", nombre con el que todos nos referíamos a él, cuando él era el objeto de la conversación. Con el tiempo, este apodo se hizo universal, y se acudía a él de forma ofensiva, es, me doy cuenta, el primer caso de bullying que yo presencié sin ser consciente. La ofensa, se convirtió con el tiempo en burla, y de aquí pasó a empujones o zancadillas, que de forma puntual se le propinaban; al maestro parece que le pasó desapercibido, y la situación derivó en que, un grupo de niños le defendíamos frente a los maltratadores, y el otro grupo le ofendía cada día más. Terminó el tema con la intervención de la madre "del tren de las once", que se puso en contacto con el resto de las madres, y las influencias de las madres hicieron que el maestro interviniera, para ponerse del lado del necesitado, propiciándole unas amabilidades impropias por lo exageradas, de tal forma........