Mi cuento de Navidad

Lo reproduzco sin correcciones, dejando en evidencia mi pretérita caligrafía, para que el tiempo haga el resto / FRANCIS SEURA

Tenía ganas de escribir un cuento de Navidad. Pero como siempre pasa en Navidad, atiborrado mentalmente de las primeras comidas y sofocado del calor de la calefacción, no encuentro la inspiración. Estoy un poco José María de Loma, por lo que seguí su estrategia: navegar por el laberinto de mi corta pero intensa hemeroteca. Por estos pasillos digitales me encuentro mi cuento de Navidad de 2021, una de las tantas tareas, fascinantes pero laboriosas, que nos mandó realizar en la asignatura de Periodismo Narrativo Agustín Rivera, al que añoro en la distancia. Lo titulé El Árbol Caído, porque no concibo las santas pascuas sin ese edificio verde de bombillas LED que preside mis estancias en compañía, y cuanto más pasan los años, en soledad. Creo que de eso va mi cuento (así lo interpreto): de hacerse mayor y aprender a hacerlo sólo. Lo reproduzco sin correcciones, dejando en evidencia mi pretérita caligrafía, para que el tiempo haga el resto.

«Todo empieza con un árbol caído. Por accidente. Por pura inercia de vida. Ese árbol yacía inclinado, al borde del gélido suelo, en una de las esquinas (in)visibles de uno de entre tantos y........

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