Recuerdos de Pancho Villa

Marbella, esa gran ciudad / l.o.

Lunes. Antes de la vorágine, café en silencio. Podría ser un aforismo de Baltasar Gracián o una publicidad de Catunambú. Me vale. Acudo a la clase de Agustín Rivera en la Facultad de Periodismo de la UMA. Hay futuro y hay vocación, me digo tras acabar la charla en la que he explicado cómo funciona una redacción (cómo si alguien lo supiera de verdad), cómo es el making off de un columnista y algunas cosas más. Chavales inquietos y preguntones (bendito el periodista que repregunta). Hay animación pasillera y cafetería bulliciosa. A la tarde, viajo a Alhaurín el Grande para presentar junto a Luis Guerrero y el editor de Anáfora, la novela de Ignacio López Soriano ‘La poeta que nunca escribió’. Teatro lleno. Decenas y decenas de personas. Soriano es querido en su pueblo, donde ha impartido clases durante décadas. El texto indaga en........

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