Martírios, albóndigas y memoria

Arte de Cozina, en Antequera. / L. O.

Lunes. Osuna. Bello lugar. La imponente colegiata guarda dentro algunos tesoros, como unos cuadros de José de Ribera, el Españoleto (1591-1652), que acaban de regresar de un préstamo a un importante museo. Uno de ellos refleja el martirio de San Bartolomé, al que le arrancaron la piel a tiras. El cuadro fue utilizado por estudiantes de medicina de la época. Ribera era preciso, oscuro, tremendo y realista. Experimento cierto recogimiento lúgubre que se me evapora en el jardín donde un cielo azul vivaz preside un huertín donde hay olivos plantados por los que cada año han sido pregoneros del aceite local. Cada olivo tiene su placa: Manuel Vicent, Vargas Llosa, Antonio Gala, Caballero Bonald... No está mal está nómina de pregoneros. Se diría que cada olivo se parece a su plantador: el de Llosa es esbelto con tendencia a caerse y el de Bonald pareciera del color de la Manzanilla. Hablando con mi compañero Cristóbal Montilla, me cuenta el ingenioso telegrama que Caballero Bonald le envió una vez a su mujer desde América, donde se puso enfermo:........

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