La desconfianza destruye cualquier relación

Xabi Alonso y Pep Guardiola, entrenadores del Real Madrid y Manchester City, respectivamente. / KIKO HUESCA / EFE

El cariño une, el odio separa y la confianza es el lubricante para que todo funcione. Sin ella, ni el amor resiste los embates del tiempo. Pero cuando reina, todo suele estar bien entre las personas porque no hay rendijas para dudas. Una coraza ante los problemas para seguir mirándonos francamente a los ojos. Y cuando eso sucede, es inusual y complicado mentir.

En el Real Madrid se ha instalado la desconfianza. Algunos destacados jugadores no confían en la dirección de Xabi Alonso para llegar al éxito. Y eso ha fracturado al vestuario. El técnico no confía en que algunos futbolistas, por buenos que sean, puedan interpretar sobre el césped sus ideas. Y Florentino Pérez, consciente de tan notable desbarajuste, desconfía del entrenador que fichó hace unos meses para tres años. A todo esto, el madridismo reparte culpas entre unos y otros con especial énfasis sobre los jugadores.

Ante ese desconcertante panorama, el abanico de posibles soluciones se extrema. Unos abogan por vender a Vinicius, pensando que fue el virus........

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