Gacería

La legítima defensa no puede justificar la muerte indiscriminada. Nada puede justificar tanta muerte innecesaria, sólo el odio y el dinero, que son siempre irrefutables argumentos. El odio al diferente por lo que han hecho otros que se le parecen o con los que comparte lengua, cultura o espacio; el odio al vecino que limita las fronteras de crecimiento, la avaricia de expansión, el deseo de poseerlo todo, sin resquicios. El odio atávico,........

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