La parada del autobús

Es tarde. Hace frío. En la soledad de una parada de autobús de la EMT –siempre me acuerdo de Eva Bagu y le doy las gracias por morder la manzana de la gran labor que realiza en esta empresa- observo la noche más oscura. Las calles solitarias, tan solo unos reflejos en la lontananza de luces navideñas que me dirigen a la adolescencia cuando este espacio – la parada- tenía un sentido fantástico: trasladarte a otros mundos tan inciertos como mágicos. En esta reducida........

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