La transición energética de Asturias no es tan verde: del carbón se pasa al gas y la captura de CO2 renace como alternativa al hidrógeno |
La planta regasificadora de El Musel. | LUISMA MURIAS
Pablo Castaño
La transición energética en Asturias no es tan verde como se pintaba. El gas se ha convertido en el principal sustituto del carbón ante el lento desarrollo de las renovables, los grandes proyectos de hidrógeno verde siguen en el aire y varias compañías industriales han dejado en suspenso sus planes para utilizar energías verdes pese a contar con ayudas europeas. De las chimeneas seguirán saliendo gases de efecto invernadero y, en este contexto, los dueños de la regasificadora de El Musel se plantean ahora utilizar esta instalación como planta de tratamiento y almacenamiento del CO2 que emite la industria asturiana.
Según Red Eléctrica de España, Asturias tiene más de 3.800 megavatios de potencia de generación eléctrica instalada y el 42% corresponde a potencia renovable (destacando el 21% de hidráulica y el 18% de eólica). Sin embargo, esa potencia renovable apenas se ha incrementado en los últimos años debido al lento desarrollo de los proyectos verdes. Ha crecido la tasa de renovables en Asturias, pero por la pérdida de potencia de generación térmica con carbón tras el cierre de las centrales de Lada y Narcea.
Es llamativo que el principal proyecto energético que se ha llevado a cabo este año en Asturias es la transformación de la central térmica de Aboño. La alianza formada por EDP y el Grupo Masaveu invirtió 40 millones para reconvertir el grupo 2 de la central y sustituir como combustible principal al carbón por gas natural. Tras 16 semanas de intervención, precedidas de un año de preparación, a finales de julio el grupo 2 de Aboño comenzó a generar electricidad........