El poder del error |
Nos han dicho, con razón, que los errores deben evitarse. Crecemos creyendo que una vida bien vivida es aquella que logra esquivar las equivocaciones, intentando hacer todo de la mejor forma posible.
Es comprensible. Nadie quiere herir, fallar, decepcionar o equivocarse con los hijos, la familia, la pareja o consigo mismo. Pero en esa obsesión por evitar el error, muchas veces ocurre algo más peligroso: dejamos de verlo. Los errores siguen ahí; solo que los negamos, los justificamos o los escondemos bajo una falsa idea de corrección.
Vivimos entonces en una burbuja frágil de perfección aparente. Y desde ahí, sin darnos cuenta, seguimos equivocándonos.
Con el tiempo —y........