Nos parece que un alcalde que tiene la condición de Gerente y Administrador de todo el engranaje económico y administrativo del municipio, debe elegirse sin mirar a qué partido o grupo político pertenece. Lo que tenemos que mirar y conocer como electores, es su capacidad gerencial en tal forma que la empresa que se le entrega tenga resultados sociales que beneficien a sus habitantes.
El término de administración es de cuatro años con presupuesto global de un poco más de dos billones de pesos suma que bien manejada, en su aspecto social y financiero, alcanza para realizar y materializar obras dentro de ese período. Para ese acierto se requiere un candidato con capacidad y visión empresarial, que no sea un alcalde de escritorio, que visualice en forma permanente la materialización de las obras contratadas y que se rodee de secretarios que tampoco sean de escritorio, sino que salgan a verificar si los contratistas están cumpliendo en forma oportuna y eficiente con las obligaciones contractuales convenidas. Ya conocemos la costumbre de confiarse en el interventor de la obra cuyos resultados de información y verificación no son los mejores, tampoco confiables. Un gerente de empresa privada siempre está al frente con el objetivo de obtener resultados administrativos y económicos en beneficio de la empresa y, obviamente, de sus trabajadores. El gerente de “escritorio” debe desecharse. Desafortunadamente nuestros alcaldes que hemos elegido muy pocos atributos, como los indicados anteriormente, han tenido lo que ha conducido a que sus administraciones no muestren obras de gran trascendencia para nuestra ciudad. Si comparamos a Neiva con otras capitales de los departamentos que conforman el país, estamos muy lejos de alcanzar su desarrollo. Ello se debe a una equivocada elección y ausencia de una gerencia administrativa, económica y social, e igualmente a una falta de gestión y presentación de programas sociales para que el gobierno nacional disponga de presupuesto, no solo del situado fiscal sino del renglón de las regalías petroleras que nos corresponde por ser departamento y municipio productores de este combustible. ¿Qué les podemos mostrar a nuestros visitantes de la ciudad, nos preguntamos?
La cruda realidad es que nada. Calles atiborradas de vendedores ambulantes que se han adueñado de los andenes e inclusive de las propias calles; motociclistas que violan la totalidad de las normas de tránsito, parqueo de motos en los dos costados de la carrera 4ª hacia el sur; parques con mantenimiento deficiente sin jardinería ni arborización adecuada a nuestro clima; calles llenas de huecos y parcheo deficiente; inseguridad en el centro y en todos los barrios en donde populan atracadores en todas las modalidades.
Nos equivocamos los que votamos para elegir al actual alcalde, e igualmente, los concejales quienes tienen mucha responsabilidad en la aprobación de créditos y la falta de vigilancia en la ejecución de las obras. No basta con sacar “pecho” con el número de citas a Secretarios del Despacho para control político, figura que no sirve para nada. Qué bueno que encontráramos un candidato que fuera un gerente para administrar nuestra ciudad. Los partidos tradicionales, conservador y liberal ante la derrota que sufrieron en las elecciones del año pasado son poco creíbles sus ofertas, en tanto que, ante la proliferación de otros partidos (más de 20 han sido reconocidos por el Consejo Electoral) es muy poco lo que los colombianos podemos esperar de ellos. Unos y otros, en su mayoría carecen de conocimientos administrativos, jurídicos, económicos y financieros que les permita hacer debates sostenibles ante las propuestas reformatorias del gobierno de turno. Ojalá los huilenses logremos elegir como gobernador y alcaldes próximos a personas con capacidad gerencial para seguir el ejemplo que han dado al país el gremio cafetero al designar un gran profesional (el Dr. Germán Bahamón Jaramillo) no solo conocedor de nuestro producto insignia de exportación, sino del manejo administrativo, económico y social que debe imprimirse a toda empresa. Entonces, votemos por el mejor y así gana el departamento y el municipio porque nuestros impuestos serán bien invertidos. Ojalá así sea.