Las estadísticas sobre las horas de trabajo no remuneradas –esto es, hablemos sin eufemismos, robadas a los trabajadores– hay que tomarlas como lo que son, una estimación, con el inevitable sesgo de que quienes tienen que suministrar esta información, las empresas, la infravaloran o directamente la ocultan. De modo que las cifras reales serán, seguramente, más elevadas.
Con todo, es muy relevante comprobar que su número se mantiene prácticamente estable, tan sólo se ha registrado un leve descenso; y esto después de que el Gobierno aprobara a mediados de este año –como siempre, presentada a bombo y platillo– una normativa destinada a controlar y penalizar esta práctica, bastante extendida, por cierto, entre nuestras empresas.
Las estadísticas, con todos sus límites, resultan, en todo caso, reveladoras de la ausencia de........© La Marea