En medio de la extensa guerra de información que libran los sionistas, resulta lamentable que los regímenes títeres de EEUU en la región hayan pasado por alto un acontecimiento crucial que alteró la ecuación militar contra la ocupación israelí.
La televisión libanesa Al-Mayadeen TV citó a fuentes europeas que indicaron que la represalia del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) por el asesinato del comandante superior Fuad Shukr en Beirut resultó en la muerte de 22 militares y 74 heridos.
El hecho ocurrió el 25 de agosto durante los ataques con drones de Hezbolá contra el cuartel general de la Unidad 8200 en la base de Glilot, en el marco de la operación “Día de Arbaeen”. Un día antes de la revelación, Hezbolá insinuó que había proporcionado pruebas a la cadena de noticias.
Tel Aviv cuenta con siete capas de sistemas de defensa aérea para proteger el centro neurálgico de la ocupación sionista. El hecho de que los drones de Hezbolá lograran evadir todos estos sistemas y atacar una de las instalaciones más sensibles del régimen de apartheid fue un logro significativo.
Lo que hizo que esta hazaña militar fuera aún más destacada fue la ejecución impecable de la operación por parte del movimiento de Resistencia libanés, que ha llevado a cabo operaciones diarias contra la ocupación israelí en respuesta al genocidio en la Franja de Gaza.
Por otro lado, las alegaciones sionistas sobre la destrucción de 8000 cohetes (!) de Hezbolá en ataques preventivos el 25 de agosto ya han sido suficientemente desacreditadas.
Sin embargo, el ejército sionista lanzó un fortísimo ataque que duró aproximadamente 30 minutos, antes de la represalia de Hezbolá, durante los cuales los residentes del sur del Líbano informaron de ataques aéreos extremadamente intensos.
La operación “Día de Arbaín” se llevó a cabo a altas horas de la madrugada, después de que los combatientes de Hezbolá realizaron las oraciones del alba. Mientras rezaban, se reportaban ataques israelíes. Momentos después, la........