El proyecto para gestionar el 40% de los fangos de depuradora generados en Navarra en la depuradora de Tudela ha sido fraccionado de manera artificial, lo que dificulta el análisis de su Impacto Ambiental. El proyecto no indica lo que se realizará con el residuo final, aunque todo indica que se verterá en campos de labor de la Ribera, que actualmente ya tienen altas tasas de contaminación por nitratos.
El Gobierno de Navarra ha puesto a exposición pública el proyecto de planta centralizada de fangos de depuradora en Tudela (Sustrai Erakuntza ya ha presentado sus alegaciones). Las instalaciones propuestas tratarían los fangos que se producen tras la depuración de las aguas residuales urbanas, a través de un proceso de biometanización. De esta manera, los fangos son introducidos en un ambiente en ausencia de oxígeno, donde se multiplican las bacterias metanogénicas que producen biogás. Este gas puede ser mejorado para hacerlo similar al gas natural, de forma que serviría como fuente de energía.
Una vez terminado el proceso de biometanización, la cantidad de residuos que salen del proceso es aproximadamente la misma cantidad que entró, dado que en la biometanización apenas se degradan los componentes de los residuos. De esta manera, el resultado del proceso es casi la misma cantidad de fangos digeridos, que deben de ser gestionados de alguna manera. En general, lo que se hace con ellos es verterlos en campos de labor como producto fertilizante, debido a su gran contenido en nitrógeno, además de otros fertilizantes. Y en este caso, parece que ese va a ser también su destino final, a tenor de lo indicado en las diversas informaciones que se han dado sobre la última fase del proyecto global para esta depuradora.
Esta práctica tiene sus riesgos, dado que la composición de los lodos de depuradoras urbanas no es estable, y contiene cantidades variables de elementos fertilizantes, así como de otros elementos que no lo son, y que pueden ser incluso contaminantes. Es el caso de los metales........© La Haine