El 6 de agosto Yahya Sinwar, uno de los principales artífices de la ofensiva del 7 de octubre, fue elegido por unanimidad nuevo dirigente político de Hamás tras el asesinato de Ismail Haniyeh en Teherán la semana anterior.
Sinwar era el máximo dirigente de Hamás en Gaza desde 2017 y era conocido desde hacía tiempo por sus esfuerzos para impulsar las conversaciones de reconciliación interna palestinas.
A diferencia de otros responsables de Hamás que adoptaron una línea más dura, el tono de Sinwar era mucho más conciliador. Su retórica era a menudo característica de una ofensiva de encanto, ya que abrazó a otros líderes palestinos y saludó al difunto jefe de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasser Arafat.
Sinwar llegó a pedir a los dirigentes de Fatah que regresaran a Gaza y gestionaran sus asuntos civiles, aunque su oferta fue rechazada sumariamente.
También fue el visionario detrás de las protestas de la Gran Marcha por el Retorno a Gaza 2018-2019, que exigían el fin del bloqueo y el derecho al retorno de los refugiados. Sinwar había invitado a Al Fatah a unirse a este movimiento de masas no violento, pero sus ofertas fueron rechazadas una vez más. Durante ese tiempo, las fuerzas israelíes mataron a casi 230 manifestantes pacíficos palestinos.
Sinwar también enmendó las relaciones de Hamás con varios regímenes árabes, como Egipto, y desempeñó un papel decisivo en el acercamiento del grupo a Siria hace dos años.
Tras varios intentos fallidos de reconciliación, muchos observadores contemplan ahora el papel único que puede desempeñar Sinwar para lograr la unidad entre las facciones palestinas.
Se espera que el recién nombrado líder, cuyo cargo interino dura hasta el final del mandato de Haniyeh en mayo de 2025, siga buscando puntos en común con los dirigentes de la Autoridad Palestina (AP).
Sin embargo, dadas las insalvables diferencias de estrategia y enfoque político dentro de las organizaciones palestinas -por no hablar del papel que la AP, apoyada por Fatah, ha desempeñado en el colapso económico y político de Gaza-, lo más probable es que tales intentos fracasen.
Intentos fallidos
El 23 de julio, solo ocho días antes del asesinato de Haniyeh, 14 facciones palestinas se reunieron en Pekín por invitación del gobierno chino para firmar otra declaración de unidad y pedir un nuevo «gobierno de unidad nacional» en Ramala.
La reunión fue el vigésimo tercer intento de reconciliación entre las dos principales facciones palestinas, Al Fatah y Hamás, desde 2007.
Anteriormente se habían celebrado reuniones y firmado declaraciones por toda la región, en La Meca, Doha, El Cairo, Saná, Beirut, Argel y El Alamein, así como a escala internacional, en Estambul y Moscú.
Bajo el liderazgo de Abbas no se aplicó ninguno de los acuerdos firmados entre Al Fatah y Hamás, y todas las conversaciones de unidad acabaron en vano.
La Declaración de Pekín era muy similar en naturaleza y contenido a la declaración de El Cairo de 2011 y al acuerdo de reconciliación de Argel de 2022. Las partes habían acordado formar un gobierno de unidad, celebrar elecciones y poner fin al acoso y la detención constantes de activistas políticos.
En 2017 Sinwar ayudó a dirigir las conversaciones de reconciliación en El Cairo entre Hamás y Al Fatah, tras haber invitado personalmente al presidente de la AP, Mahmud Abás, a dirigir las reuniones en Gaza. En aquel momento, Hamás hizo importantes concesiones, entre ellas ceder todos los altos cargos del gobierno a la AP controlada por Al Fatah y permitir que 3.000 agentes de seguridad de la AP se desplegaran en Gaza.
Las dos partes firmaron un acuerdo en octubre de ese año. Sin embargo, a pesar de las numerosas súplicas de los dirigentes de Hamás, Abbas no aplicó el acuerdo.
Dos meses después, en diciembre, el entonces presidente de EEUU, Donald Trump, declaró Jerusalén capital de Israel y anunció sus planes de trasladar la embajada estadounidense, haciendo añicos el barniz del llamado «proceso de paz».
Lo que debería haber sido una extraordinaria muestra de unidad palestina ante este asalto sin precedentes a los derechos palestinos fue, en cambio, una........