[En la foto: Agricultora palestina llora mientras abraza uno de sus olivos destruido por los colonos supremacistas.]
Ante nuestros ojos se lleva a cabo el genocidio del pueblo palestino por parte del régimen sionista de Israel, con su cortejo de muerte, destrucción y desolación, y con la participación directa del “mundo libre y civilizado”, encabezado por EEUU y seguido por la Unión Europea.
De ese genocidio tenemos macabras noticias a diario, porque este es el primer acontecimiento de estas dimensiones que es grabado y transmitido por los propios seres humanos que son masacrados y no por falsimedia mundial que, obviamente, opera a favor de los lobbys sionistas de occidente y pretende legitimar los crímenes de Israel a nombre de su pretendido derecho a la autodefensa.
Junto al genocidio, Israel es responsable de un infanticidio premeditado, con el fin de exterminar a los niños ‒modernizando el mito bíblico de Herodes, que buscaba eliminar a todos los infantes de Belén para matar a Jesús‒, lo cual se rubrica con la muerte de 10.000 niños palestinos hasta el momento de la actual escalada genocida. También es responsable de un memoricidio, para erradicar la historia de los palestinos y vaciar el paisaje humano de las tierras robadas y ocupadas.
Hay otros genocidios que se están realizando y de los que poco se habla: los de la tierra, el agua, el medio ambiente y el clima. Y señalarlos no es ninguna exageración, es una brutal realidad.
En efecto, los bombardeos indiscriminados que realiza Israel destruyen todo lo que encuentran a su paso, seres humanos, seres vivos, arrasan con las fuentes de agua y las contaminan, siembran en la tierra, por décadas o siglos, elementos químicos contaminantes (entre ellos el fosforo blanco y........