Refaat Alareer y el martirio de los intelectuales de Gaza

Lo que está ocurriendo en Gaza está destinado a ocupar un lugar en los libros de historia: un relato épico de una pequeña nación sometida a un largo y brutal asedio durante muchos años, que se enfrenta a una de las mayores potencias militares del mundo. Y, sin embargo, se niega a ser derrotada.

Ni siquiera la legendaria tenacidad de los personajes de «Guerra y paz» de León Tolstoi puede compararse con el heroísmo de los gazatíes, que viven en una diminuta extensión de tierra mientras subsisten al borde de la calamidad, incluso mucho antes del genocidio israelí.

Pero si Gaza ya había sido declarada inhabitable por la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas en 2020, ¿cómo es capaz de lidiar con todo lo que ha ocurrido desde entonces, especialmente con la extenuante guerra israelí sin precedente iniciada el 7 de octubre?

“He ordenado un asedio completo a la Franja de Gaza. No habra electricidad, ni alimentos, ni combustible; todo está cerrado”, dijo el ministro de defensa israelí Yoav Gallant el 9 de octubre. De hecho, el régimen de apartheid está cometiendo crímenes de guerra mucho mayores que la asfixia de 2,3 millones de personas.

“Ningún lugar es seguro, ni siquiera los hospitales o las escuelas”, escribió en X el 11 de noviembre la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios. Las cosas están mucho peor desde que realizó dicha afirmación.

Y como los gazatíes se negaron a abandonar su hogar, los 365 kilómetros cuadrados se convirtieron en un coto de caza de seres humanos, que están siendo asesinados de todas las formas imaginables. Los que no murieron bajo los escombros de sus casas o fueron abatidos por helicópteros de ataque cuando........

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