La mayoría de los análisis indicaban incertidumbre sobre el resultado, derivado de los problemas económicos y políticos a más de una década de fallecido Hugo Chávez, el líder de la revolución bolivariana.
Esos problemas son resultados de fenómenos externos, concentrados en las sanciones impuestas desde EEUU y sus asociados globales, como de iniciativas políticas de desestabilización, entre las cuales destaca el ilegitimo e ilegal "gobierno paralelo" de Juan Guaidó en 2019. En rigor, una fortísima intervención obstaculizadora desde el exterior, especialmente desde EEUU.
Claro que deben registrarse también los límites en la política oficial para atender las necesidades de la población trabajadora y enfrentar problemas estructurales. Entre estos últimos, la falta de diversificación productiva y financiera, explicitada en la preeminencia del petróleo y la tendencia a la dolarización de la economía venezolana.
Ello supuso la construcción de un bloque social en el gobierno alejado del objetivo socialista formulada hacia 2004/05. La ausencia de un sujeto popular en la construcción de una nueva institucionalidad en las relaciones socioeconómicas, intentos desplegados bajo los enunciados de una economía comunitaria y por el socialismo, expresó el desánimo en formulaciones por el “socialismo del siglo XXI” que emergieron con entusiasmo hace dos décadas.
Se trata de una falencia de construcción socio política e ideológica que puede explicar, en parte, la baja del entusiasmo y fugas de apoyos políticos de organizaciones que critican al gobierno aun cuando sustentan la adhesión al proceso “chavista”.
El descontento social animó a la derecha para recuperar un espacio de gobierno emblemático en el debate del rumbo local, regional y........