El imperio de la negación cierra los ojos y cree

Desde Jacksonville, Florida.-

―Profesor ―me dijo un estudiante― juéguesela y diga quién va a ganar mañana.

―Trump.

Ya lo había dicho en varios medios, pero no me interesa la política partidaria en mis clases.

―Según todas las encuestas gana Kamala. ¿Por qué habría de perder?

―Por Gaza. No se puede tapar el sol con un dedo.

Horas después de conocer los resultados de las elecciones, las mayores cadenas, desde CNN hasta Fox News, comenzaron a digerir el triunfo de Donald Trump. Las figuras más conocidas parecían estar de acuerdo en que había tres temas que habían golpeado a los demócratas: 1. La economía; 2. La crisis migratoria; 3. El conflicto en Medio Oriente.

En otras palabras, el bolsillo, el racismo y la moral. En los tres puntos vemos la fabricación de ideas y sensibilidades de la propaganda de esos mismos medios:

1. La economía doméstica no está bien, pero esto no se debe a un gobierno en particular sino a un problema estructural mucho mayor que va desde la corrupción legalizada de las corporaciones que lo han comprado todo (políticos, medios) para continuar acumulando la riqueza (plusvalía) que le han venido secuestrando a la clase media y trabajadora. Desde 1975, la clase trabajadora ha trasferido 50 billones de dólares (dos veces el PIB de China) al uno por ciento más rico.

El otro factor económico es la pérdida de hegemonía y poder de dictar de Washington en el resto del mundo, lo cual no sólo ha agravado su natural agresividad, sino que se ha encontrado con una competencia que no acepta. Pero si nos limitamos a las administraciones de turno, veremos que el periodo en que Trump fue presidente, el PIB creció menos que durante el período de Biden. Cierto, hubo una pandemia, pero el mismo argumento aplica cuando se alaba el........

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