El número de muertos en Gaza es demasiado bajo según todos los parámetros imaginables. Tenemos que insistir en ello, sobre todo cuando los apologetas de Israel se dedican enérgicamente a una campaña de desinformación para sugerir que las cifras están infladas.
El 6 de mayo, 7 meses después de la matanza en Israel, se informó de que había 34.735 muertos. Es decir, una media de 4.960 palestinos muertos al mes. Hoy (finales de julio), casi tres meses después, el número de muertos asciende a 39.400, es decir, 4.665 más.
No debería hacer falta ser estadístico para señalar que, si el aumento fuera lineal, el número esperado de muertes se situaría a estas alturas en torno a las 49.600.
Así pues, incluso según el cálculo más sencillo, hay un gran déficit de muertes, un déficit que necesita explicación.
Esta explicación es fácil de dar: Israel destruyó las instituciones de Gaza y su infraestructura médica, incluidos sus hospitales, hace muchos meses, lo que hace imposible que los funcionarios de allí lleven la cuenta de cuántos palestinos están siendo asesinados por Israel.
Las cifras de víctimas mortales empezaron a estancarse en primavera, más o menos cuando Israel completó la destrucción de los hospitales de Gaza y secuestró a gran parte del personal médico del enclave.
A finales de mayo, Save the Children señaló que unos 21.000 niños de Gaza estaban desaparecidos, además de los 16.000 que se sabe que han muerto a manos de Israel. Es probable que muchos hayan sufrido una muerte solitaria y aterradora bajo los escombros, asfixiados poco a poco hasta la........