Una grieta apodada Lula

¿Qué significa este embrollo? Lo que se ve a través de la grieta política ocasionada por Brasil, y su absurdo veto contra Venezuela en los BRICS, es el retroceso político bruto de una figura que, no sin reservas y titubeos, fue apreciada durante mucho tiempo como una fuerza enorme para la unidad latinoamericana y caribeña. Pero algo se fisuró y nos dejó una grieta que la derecha celebra. ¿Es, acaso, la bolsonarización de Lula?

No nos asombrarán las traiciones ni las defecciones porque ya hemos tenido muchas y hemos bebido sus venenos perfumados con néctares mass media hasta la náusea. A fin de cuentas, ingredientes indispensables en el cóctel de las traiciones históricas que han costado sangre, explotación y lágrimas a no pocos pueblos hermanos. ¿Por dónde empezar el inventario de las traiciones? ¿Es el episodio de Lula un caso de estos? ¿Era necesario esperar la llegada del gobierno venezolano a la cumbre de los BRICS para notificarle ahí la brutalidad geopolítica de vetar su integración? ¿Quiénes son cómplices de esta artimaña de cuarta? ¿Quién gana y quién pierde? Aquí el debate no es el socialismo.

BRICS es un bloque de estados que en números gruesos involucra relativamente al 42% de la población mundial, se estima que eso equivale al 30% del territorio, y al 23% del PBI global. Aproximadamente el 18% del comercio internacional. Cuenta con un incipiente Banco de Desarrollo, que supondría tareas a cumplir como contrapeso del Fondo Monetario Internacional. En ese escenario, la demora del ingreso de Venezuela a los BRICS de ninguna manera es una derrota,........

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