Semiótica de una verdad mercantil en tiempos de Navidad

Sobre el pesebre de la verdad mercantil, en tiempos de Navidad, los mercenarios de las necesidades afectivas y las industrias del festín consumista acurrucan un plan comercial muy rentable, que millones de seres humanos celebran religiosamente con sus salarios. A los megaconsorcios y agencias de publicidad, que manosean anualmente cualquier campo simbólico, les embriaga el gasto de los consumidores, que representa un alto porcentaje de la actividad económica de cada país, que alcanzó en 2023, por ejemplo en EEUU, un aumento promedio de 12 por ciento en comparación con el resto del año.

Emporios como Amazon, Walmart y Target lideran, durante estas fechas, las ventas al por menor. Amazon, por ejemplo, incrementa campañas agresivas de aparentes descuentos desde antes del Black Friday, mientras Walmart y Target ajustan sus inventarios para evitar pérdidas y optimizar su rendimiento durante la época. Santa Claus o Papá Noel se mueve en trineos multimillonarios. ¡Arriba las manos, esto es la Navidad!

Por otro lado, los monopolios de publicidad desatan orgías de consumismo como Omnicom, Interpublic y Ogilvy, con campañas segmentadas y emocionalmente manipuladas para convencer al público cautivo de que el consumo es una forma amorosa, religiosa, honrosa e ineludible de celebrar y compartir fe, esperanza y caridad al contado o en cómodas mensualidades. Omnicom, con su conglomerado de marcas como BBDO y TBWA, lidera muchas de las campañas navideñas más influyentes, mientras Interpublic se enfoca en estrategias digitales que maximizan la conexión emocional del consumidor con las mercancías de época finamente manipuladas........

© La Haine