Un éxito innegable y la continuidad de la lucha

El presidente Javier Milei se ha anotado una relevante victoria en el Congreso Nacional, con la media sanción por el senado. Sería infantil negarlo. Sin desestimar la importancia de que buena parte del proyecto original haya quedado en el camino, lo que se ha aprobado alcanza para implantar reformas regresivas. Las que beneficiarán en múltiples aspectos al gran empresariado al tiempo que perjudiquen a las y los trabajadores y sectores pobres en general.

El régimen de incentivos para grandes inversiones (R.I.G.I) tendrá algunas restricciones pero las amplias ventajas impositivas y de manejo de divisas siguen en pie. No podrá aplicarse en todos los sectores de la economía, sí en las actividades extractivas, la siderurgia, las obras de infraestructura y la llamada economía del conocimiento, entre otros rubros

La reforma laboral que flexibiliza las condiciones de contratación, disminuye la estabilidad de los trabajadores y facilita a los patrones incumplir normas del derecho del trabajo sin castigo, allí está.

Asimismo se ha incluido en la sanción lo más ambicionado por el gobierno: Una delegación de facultades que puede permitirle completar a fuerza de decretos lo que no logre implementar mediante leyes. Es menos amplia que la prevista al principio, pero puede serle muy útil para sus pretensiones de hacer y deshacer en variados ámbitos.

Hubo sí algunos cambios en los que sufrieron un neto retroceso las pretensiones iniciales del gobierno. Tales como la caída de la supresión de la moratoria previsional. Y la acentuada reducción de la nómina de empresas a privatizar. Entre las no privatizables se añadieron a último momento Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino y Radio y Televisión Argentina. Pesa sobre todo la primera, que ha sido un eje central del discurso privatizador.

En la misma línea se ha exceptuado a algunos organismos descentralizados de la posibilidad de que se los suprima desde el ejecutivo, como los que se desenvuelven en el ámbito........

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