El gobierno de Javier Milei avanza sobre diversos organismos del Estado, en un recorrido con anuncios casi diarios: La reorganización y reducción de personal de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), la privatización del ferrocarril Belgrano Cargas, que podría extenderse a otros ramales ferroviarios. Días antes se hizo el anuncio del desmantelamiento de la Casa de la Moneda, y hubo avisos de ventas de inmuebles de propiedad del Estado.
Se le suma el propósito de la transferencia a privados de la porción del espectro radioeléctrico que tiene Arsat, a lo que se le podría sumar el desguace o privatización de la empresa de tecnología satélital. Esta última privatización tiene nombre y apellido, Elon Musk, el amigo dilecto del presidente.
Aerolíneas Argentinas sigue en el tapete, en una previsión que incluye la futura derrota sindical y posterior toma por asalto de la línea de bandera, es probable que a cargo de aerolíneas latinoamericanas como Gol y Avianca.
Y aparece, todavía en rango de versión de confirmación pendiente, el propósito de efectuar privatizaciones parciales y posterior cierre en Enarsa, la empresa energética creada en los años de Néstor Kirchner. Usinas térmicas, plantas de energía eólica y........