Palos al servicio de la arbitrariedad del presidente

La insistencia en la sanción de la ley de actualización de jubilaciones no consiguió imponerse. Para eso el oficialismo se ocupó de dar vuelta el voto de cinco diputados radicales (derecha), a cambio de favores presentes o futuros.

Además contó con la abstención o el apoyo de bloques que responden a partidos provinciales o alianzas locales. Algunos de quienes en su momento votaron a favor de la ley ahora lo hicieron en sentido de respaldo al veto. No hay ideas, ni principios ni coherencia. Y ni siquiera interesa disimular esas ausencias.

Se impone así el veto presidencial, la voluntad suprema del presidente por encima de lo debatido y aprobado por cientos de legisladores. Y se confirma que por vía de decretos de necesidad y urgencia (que nunca resultan rechazados por el procedimiento dificultoso para hacerlo); delegaciones legislativas difíciles de controlar y por último el veto de las sanciones legislativas, el sistema argentino excede el presidencialismo para pasar a un predominio casi total del poder ejecutivo.

Los resultados del veto

Allí quedan las jubiladas y jubilados privados de una escasa y parcial recomposición de los haberes jubilatorios que el Congreso había dispuesto. Asimismo cae el establecimiento de un mínimo........

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