Hasta ahora uno de los signos característicos de la futura gestión presidencial de Javier Milei es cierta irresolución y fragilidad. Tanto en la selección del personal para altos cargos como en la políticas de alianzas, los escenarios que se dibujan en torno al “libertario” aparecen como muy lábiles.
La entrega de lo principal de la gestión económica a un grupo de financistas con ligazón casi exclusiva con el capital financiero internacional más globalizado hasta podría anticipar choques con sectores del capital más ligados a la “economía real”.
Luis Caputo, su socio en la consultora Anker, Santiago Bausili, que irá al frente del BCRA, se parecen más a un grupo de especuladores financieros afortunados que a expertos en temas macroeconómicos.
Hasta sectores del capital más concentrado le desconfían a un equipo con estas características. El nombramiento de algunos orgánicos del gran capital local, como Horacio Marín de Tecpetrol para dirigir YPF, no alcanza a compensar la de otros funcionarios considerados poco fiables al menos por una parte de las grandes empresas.
“La Libertad Avanza” a la hora de la verdad
Vale la pena prestar atención a las perspectivas del presidente electo en lo que respecta a sostener el apoyo de quienes lo votaron y a la posibilidad de hallar algún consenso entre quienes no lo hicieron.
La dolarización se diluyó, al menos por el momento. Era la bandera mileísta que ilusionó a muchas y muchos con el fin de la inflación y los ingresos en “moneda........