El Observatorio Euro Mediterráneo de DDHH (Euro-Med) divulgó un informe la pasada semana en el que aseguró que Israel dejó inutilizable más del 75 % de las tierras agrícolas de Gaza, al cortarlas o arrasarlas con topadoras para ampliarlas a sus territorios ocupados.
Hace unos meses, ya durante la actual ofensiva israelí en Gaza, se desató la polémica debido a un anuncio de la inmobiliaria israelí Harey Zahav, donde a través de sus redes sociales, presentaban una promoción de viviendas sobre zonas destruidas al sur de Gaza.
En declaraciones al periódico israelí, Haaretz, el director general de esta inmobiliaria, Zeev Epshtein, señaló que de momento no tenían intención de construir allí, considerando esas publicaciones, en medio de una situación que está siendo juzgada como un posible genocidio, como "una broma" para sus seguidores, aunque destacó que él querría que esto sucediese, pero que, según sus propias leyes, esta decisión solo dependía del Estado israelí.
El movimiento sionista, nacido a finales del siglo XIX, proyectó las inquietudes del nacionalismo europeo, buscando establecer un Estado nación judío. El principal problema que tuvo que enfrentar esta teoría era la de carecer de un territorio, en ese sentido, aunque previamente se generasen debates sobre ello, para 1904 la idea de construir este Estado en Palestina era la opción defendida de forma mayoritaria por este movimiento.
El historiador israelí Ilan Pappé considera que el sionismo supuso la secularización y "nacionalización" del judaísmo, debido a que la religión y tradición judías planteaban el retorno a la tierra prometida del Eretz Israel (como nombra la Biblia a Palestina) como pueblo soberano.
Esta secularización supone de entrada dos contradicciones, una religiosa y otra jurídica. La primera es........