Pablo González y el periodismo en la guerra

El pasado día 28 de abril, día del cumpleaños de Pablo González, periodista vasco-ruso encarcelado en Polonia, se celebró en Nabarniz, hogar de su familia, un homenaje con salida montañera, mitin, performance, comida popular, magnífico ambiente y un concierto.

Han pasado dos años y dos meses desde que fue detenido Pablo «bajo sospecha» de realizar «operaciones en favor de Rusia, valiéndose de su condición de periodista». Desde entonces, permanece sin juicio, sin presentación de pruebas, sin cargos formales, en prisión preventiva, bajo secreto de sumario, en indefensión y sin garantías de juicio justo.

Dispone solo de asistencia consular pero no diplomática; en aislamiento, en incomunicación, mal alimentado, con una hora de paseo cada día, sin materiales para continuar con su tesis doctoral. Todos los ingredientes para desesperarle con la incertidumbre y la soledad.

La profesión periodística es unánime en condenar el caso: han denunciado el caso como sin «precedentes» en la UE. Pablo tiene el triste honor de ser el único periodista de la Unión Europea encarcelado en un país miembro.

Al fondo su caso muestra la relación entre violencia y periodismo. Por hacer su trabajo, se sigue matando, persiguiendo o deteniendo a periodistas en algunas partes del mundo. Son las víctimas corporales de las persecuciones contra la libertad de prensa. 88 periodistas fueron asesinados en todo........

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