No me fio de Open Arms ni de Oxfam ni de Cruz Roja, que han vendido su alma al diablo de las mafias que trafican con personas, me fio de tuiteros que a pie de campo están dejándose el lomo, moviendo Roma con Santiago, y haciendo un inmenso bien en Valencia mientras el Estado continúa ausente.
No me fio de los análisis económicos de Krugman, nunca, y de sus análisis políticos, menos. Prefiero la sección de opinión del Wall Street Journal y a cualquiera de los autores de The American Spectator.
No me fio de quien ve normal enviar a drag queens a las aulas y rodearlos de menores, y me fio de mis curas buenos de toda la vida, de los matrimonios jóvenes que se exhiben con orgullo, de los viejos maestros de escuela de ciencia, fe, vocación, y tesón.
No me fio del conservadurismo de quienes querían a Rajoy porque Aznar les parecía un extremista, que después quisieron a Rivera porque Rajoy les parecía una extremista, que ahora quieren a Feijoo porque Abascal les parece un extremista,........