Debuta en las calles el llamado Problema de la Vivienda, subgénero del más amplio problema de tener sueldos de los 90 treinta años después (de intentar ver a Oasis con el sueldo de cuando sacaron su primer single).
La izquierda de la izquierda, que los mineros y los obreros los ve en Filmin, ha decidido no dejar pasar esta causa.
Por eso ha aparecido el Sindicado de Inquilinas, que es un sindicato lo primero de género y luego representativo de una nueva clase, el inquilinato, el nuevo proletariado de las clases inquilinas.
Enfrente, el enemigo no es el patrón sino el propietario, que para empezar suena franquista. El propietario es el rentista, el que vive del rentismo, que no es exactamente el especulador. No hablamos de fondos buitres, sino de otra cosa muy concreta y cercana: el casero.
Y no conviene engañarse: hay caseros horribles. La avaricia........