Elon Musk no es suficiente

Mientras las vuvuzelas mediáticas deshojan la margarita de dejar o no Twitter, Donald Trump ha movido alfil y ha al nombrado al máximo responsable de la Comisión Federal de Comunicaciones, algo así como el presidente de la agencia reguladora.

Brendan Carr, el elegido, tiene un perfil interesante que nos habla de un nuevo tipo de gente: es joven, tiene capacitación técnica y experiencia en la propia institución y habla ya en idioma «trumpiano». Es un defensor del free speech, que no es ningún radicalismo perverso, ninguna desviación supremacista, sino la base de la constitución estadounidense, cuya Primera Enmienda prohíbe al Congreso aprobar legislación que limite la libertad de expresión.

No puede hacerlo ni por cuestiones wokes, ni por «odios», ni por ideologías cualesquiera, de modo que el concepto de «moderación» pasa a estar en observación. Lo que hay que mirar con lupa no es el discurso, es la moderación........

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