Vivimos, con respecto de VOX, una reedición de lo ocurrido el verano pasado después de las Elecciones Generales que auparon a Sánchez a la presidencia del Gobierno. El equipo de opinión y comunicación de la oligarquía liberal que es, según Emmanuel Todd, en lo que se han transformado nuestras democracias, empezó criticando al partido verde «Ferrigno» por haber abandonado el grupo de los conservadores y reformistas europeos para unirse a Los Patriotas de Orban en Bruselas. De pronto, nuestros plumillas del consenso e intelectuales orgánicos se preocupaban por la solitudine de Giorgia Meloni —personaje que despreciaban hace apenas dos años— porque VOX se había marchado (¿para no volver?) con un protestante húngaro cuyos troleos a la UE son puro placer adulto y cuyo proyecto político quizá sea lo único sensato dentro del frenopático que es la sede de la política común europea.
Por supuesto, la cosa no quedó ahí. El reparto de «menores no acompañados» en las........