Bohemia y extravagante
Recomenzar. Que todo sea nuevo. Que el deseo encuentre las ganas, que las campanadas hagan su magia, que haber dado otra vuelta al sol nos confiera la voluntad que nuestra esencia nos negó. Que se cumplan los rituales de la suerte y las listas de propósitos cargadas de ausencia de motivos. Romper con todo de una vez, rezarle al lampedusismo o, en su versión pía y conservadora, «virgencita que me quede como estoy».
Poner el contador a cero, restaurar a niveles de fábrica, volver a la casilla de salida desde la que, ahora sí, todo saldrá bien.
Los adultos necesitamos líneas de partida, fechas en el calendario y pesos y medidas, como un niño reclama límites. Está en nuestra naturaleza cercar el dolor para hacerlo asumible, ponerle puertas al sufrimiento, dar un pistoletazo de salida a la felicidad, buscar porqués a la alegría y excusas para la celebración. Ponerle coto a la exuberancia de los placeres.
No en vano, la palabra del año 2023 según FundéuRAE es «polarización». La elección de la misma siempre es un pelín tendenciosa, una sutil regañina, un intento de sacar........
© La Gaceta
visit website