El espíritu tolerante; Como actitud de acercamiento

En un mundo global como el presente, totalmente roto, las actitudes rígidas suscitan aún más incomprensión y sufrimiento, lo que nos requiere extender la mano y entrar en diálogo, al menos para acercar posturas y encontrar soluciones a conflictos absurdos y tensiones dañosas.

Sin duda, será saludable para toda la humanidad, comenzar por fortalecer la protección de las sociedades contra el virus del odio y la venganza. La apuesta por un cultivo de concordia y no violencia, debe ser una de nuestras prioridades, así como la educación en derechos humanos y una ética gobernanza. De lo contrario, nos hundiremos en enfrentamientos, que lo único que nos llevan es a romper vínculos sistémicos y a la destrucción total.

Desde luego, es deber de todo ciudadano ante el resurgir de la intolerancia, ayudar a construir horizontes armónicos que nos fraternicen. Ahora bien, sin una base moral objetiva, ni siquiera la democracia puede afianzar un orden sólido.........

© La Crónica del Quindío