El sudado de los García |
En septiembre de 1939, cuando Hitler apenas estaba arrancando con la invasión a Polonia, en la finca La Totuma, ubicada entre las veredas Bilbao y Vizcaya, en el viejo Caldas, vivía una familia que ya era bien conocida en la zona por su sudado. Al probarlo, se decía, el enfermo se “desenfermaba”, el moribundo revivía … Continuar leyendo
En septiembre de 1939, cuando Hitler apenas estaba arrancando con la invasión a Polonia, en la finca La Totuma, ubicada entre las veredas Bilbao y Vizcaya, en el viejo Caldas, vivía una familia que ya era bien conocida en la zona por su sudado.
Al probarlo, se decía, el enfermo se “desenfermaba”, el moribundo revivía y el taciturno se “destaciturnaba”.
Los García Henao tenían un fogón de leña de seis metros de alto. El sudado no se hacía regularmente. Era una receta especial. Se preparaba solo cuando alguien de la finca o cercano a la familia presentaba síntomas de estar “descuadrado”. Expresión que se usaba para el agotamiento por cansancio, el insomnio sin justa causa o el desgano vital sin razón........