Desde hace tiempo, Colombia ha estado librando una batalla silenciosa pero devastadora contra la explotación sexual de niños y adolescentes. No es un secreto: cada día vemos cómo nuestros menores son víctimas de abusos inimaginables. Pero hoy, por fin, damos un paso en la dirección correcta.
A partir del 2 de octubre, si tu hijo va a viajar en bus intermunicipal sin su mamá o papá, necesitará una autorización firmada. Es una medida que puede parecer engorrosa —y seguro que más de uno pensará "¡otra cosa más que hacer!"—, pero créanme, es necesaria. Y es más que un simple papel; es un escudo, una barrera que intenta frenar el acceso de personas sin escrúpulos que buscan hacer daño a lo más preciado que tenemos: nuestros niños.
No todo es color de rosa. Si bien aplaudo la intención detrás de esta normativa —porque proteger a los niños es responsabilidad de todos—, me preocupa lo que podría pasar si no se implementa correctamente. Ya sabemos cómo funcionan las cosas en este país: las leyes son fabulosas en el papel,........