En Colombia existen marcadas y profundas diferencias sociales producto de las desigualdades presentadas a raíz de la decadencia de políticas públicas incapaces de confrontarlas. Esta situación se ha evidenciado aún más después de la firma de los acuerdos de paz del 2016 y los actuales procesos de negociación y de sometimiento a la justicia de miembros de grupos alzados en armas e integrantes de bandas criminales.
Los índices delincuenciales y de violencia se han incrementado notoriamente, como lo muestran los indicadores finalizando el 2023, por la falta de una política clara que permitan que los responsables de la seguridad en el ejecutivo propongan y planteen soluciones para mejorar la situación en que se encuentra el país.
Las campañas políticas de las últimas elecciones se abanderaban en gran medida en el propósito de acabar con la delincuencia, desde luego, esto es totalmente entendible y por supuesto necesario. La ciudadanía se percibe con incertidumbre frente a la criminalidad y la violencia, situación que requiere ser priorizada por el Estado.
El gobierno nacional y algunos de los nuevos mandatarios, quienes con poca experiencia y muy mal asesorados, propusieron en el inicio de su gestión la realización de planes de prevención y controles operativos, que comúnmente se conocen como “planes choque” o con denominaciones similares.
El anterior planteamiento de planes choque y estrategias con un........