Nos sirve de consuelo pensar que habría podido ser peor lo que ya de por sí consideramos poco favorable. Cuando se trata de cuestiones que conciernen a la política, pareciera que las cosas cuando no han salido como esperábamos y por las que imaginamos, por lo tanto, un desenlace desastroso, terminamos arreglándonos como sea con el aliciente de que habrá otra oportunidad y que lo que hoy lamentamos serán cosa del pasado que aunque no se sumerjan en el olvido pasarán a un segundo o tercer plano. En nuestra vida corriente un mal paso no deja de ser algo que se sumará a otros tantos del pasado los que tan solo cuando la mente divaga reaparecen para machacar a la conciencia.
En los últimos artículos que me he permitido compartirles he mencionado las extrañas rocas que encuentro en mi caminata matutina que se ha vuelto un ritual en los días pasados en Casablanca. Tenía el presentimiento de que daría un mal paso en cualquier momento lo que........