Llegó la hora de las decisiones
No tengo duda alguna, Colombia se salvará de una manera o de otra. La pregunta es cuándo y cómo. Estamos pasando por uno de los momentos más críticos de nuestra historia sin lograr entender cómo caímos tan bajo en tan corto tiempo. ¿Cuál fue nuestro descuido? Sabíamos muy bien el riesgo que corríamos, pero, de una manera o de otra, sorteábamos los peligros. Comenzando el siglo la situación era catastrófica, con el cuento del Caguán los narcoterroristas, todavía disfrazados de guerrillas políticas, tenían asolado al país y muy cerca de hacerse al poder. Faltaba poco para que se tomarán las grandes ciudades, lo que habrían alcanzado si no es porque se impuso la voluntad política de un pueblo que se la jugó eligiendo a un líder que devolvió la esperanza y cumplió con creces su designio (recuerdo a mi padre pregonando que surgiría un líder y regocijándose al constatar su repentina aparición). Y millones de colombianos lo seguimos con fervor patriótico. Luego, en una jugada que no logramos comprender, todo lo hecho se fue al garete cuando, en nuestro afán de ver culminada la labor titánica de nuestro líder, insistimos en cambiar la Constitución........
© Kienyke
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