“Si no fuera por lo terriblemente perturbado que me siento, y porque sigo trabajando en medio de la mayor inquietud, casi podría decir que todo marcha a pedir de boca”.
Van Gogh
Me perdonaran, pero no puedo ocultar que el fútbol me sabe a cacho. Lo vine a descubrir la noche fría del pasado domingo justo al terminar de ver el partido en el que se jugaba la final de la Copa América, como todos ustedes bien lo saben. Fue como una revelación el descubrir que me causa el mayor desagrado el espectáculo del fútbol. Si fuera el juego en sí como el de las simulaciones, con las que me topé buscando dónde carajos ver el partido por internet, que me mantuvieron unos minutos absorto en ver como se jugaba limpiamente, sin patadas ni falsas caídas al piso, ni un árbitro de dudoso proceder, y sin una fanaticada enloquecida por entrar gratis a un estadio en el que mejor ver a Taylor Swift que a dos equipos del sur del continente disputándose una copa que poco o nada le interesa a los........