¿Qué hacer con las personas migrantes que no cesan de llegar ? (II y final)

Vaya por delante que los que escribimos sobre estos temas albergamos pocas esperanzas de que nuestras palabras darán qué pensar a los políticos responsables, porque no tienen por costumbre tomarnos en serio, y menos aún cuando se les hacen preguntas impertinentes sobre asuntos como este que no saben cómo resolver. Y es comprensible que no lo sepan, porque junto a la guerra contra Rusia y la amenaza nuclear, la inmigración masiva son dos problemas muy graves en este continente. Dos problemas que vienen acompañados del calentamiento de nuestra atmósfera, los desastres medioambientales, el aumento de la pobreza de los trabajadores y jubilados, la falta de perspectivas vitales, laborales y habitacionales de los jóvenes, y muchos otros a los que hacer frente, como el de la guerra en Europa.

Del frente de guerra euro-norteamericana contra Rusia, es preciso insistir en que toda guerra es un crimen organizado a gran escala, un abominable lastre propio tan solo de una humanidad como la nuestra, que ha superado la edad de piedra en tecnología pero mantiene los mismos principios convivenciales y de conciencia rupestre que sus ancestros. Dispuestos a matar, a enfrentarse, a rechazar al vecino y al diferente, a odiar fácilmente y para siempre y otras lindezas espirituales. Por eso no es de extrañar lo difícil que debe resultar a tanto cavernícola en el poder, como representante de las grandes fortunas, programadores de los grandes infortunios, que no sepan qué hacer con la inmigración masiva.

Que es imparable debe tenerles preocupados por lo difícil que resulta combinar aspectos tan diversos y complejos como el envejecimiento de la población europea y española, con 44,4 años de media, la tasa de natalidad muy por debajo del........

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