Palestina enfrenta su lucha por la sobrevivencia frente a un régimen genocida como es el nacionalsionista. Ello implica unidad de acción y objetivos para lograr su definitiva autodeterminación.
Una meta que suele tener obstáculos más allá de aquellos que significa la lucha contra el ente ocupante, como es el que marca una administración de un sector de la política palestina en manos de un gobierno como el que dirige el presidente de la denominada Autoridad Nacional Palestina (ANP) Mahmoud Abbas.
Este veterano político, que ya cuenta con 89 años, anunció que, si muere, el titular del Consejo Nacional, Rawhi Fattouh, asumirá su cargo durante 90 días hasta la convocatoria a elecciones. Fattouh ya ocupó el cargo de presidente interino en el pasado, tras la muerte de Yasser Arafat en noviembre de 2004, como antesala de la toma de posesión posterior de Mahmoud Abbás, que además ejerce la presidencia vitalicia de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) desde diciembre del 2009.
Abbas anunció el pasado jueves 28 de noviembre que, a la hora de su partida, cuestión que evidentemente puede suceder en cualquier momento en consideración a su edad, será el titular del Consejo Nacional, Rawhi Fattouh.
En la decisión del líder de la OLP concurren, a mi entender, tres elementos esenciales:
Un periodo donde las acusaciones de poner freno a los afanes de autodeterminación y una fuerte corrupción han significado críticas permanentes desde las organizaciones del mundo de la resistencia. Cuestión que no ha sido brida, para que las facciones y movimientos opositores a la ANP hayan buscado acercamientos en búsqueda del objetivo principal que es lograr la libertad de Palestina.
“El presidente de la Autoridad Nacional queda vacante en ausencia del Consejo Legislativo, el presidente del Consejo Nacional Palestino asumirá las funciones… temporalmente”, dijo Abbas en un decreto, en el que también estipuló que, después del período de transición, las elecciones deben celebrarse en un plazo de 90 días. No obstante, este plazo podrá ampliarse en caso de “fuerza mayor”.
La ANP (ANP) presidida por el octogenario Mahmoud Abbas, cuya creación fue fruto de los Acuerdos de Oslo, está hoy en día desacreditada ante la mayoría del pueblo palestino, tanto en Gaza como la propia Cisjordania, principalmente por sus coordinaciones de seguridad con la policía y el ejército ocupante israelí, que lo ha hecho partícipe de la represión de la resistencia del pueblo palestino, incluso con acusaciones de ocasionar la muerte de luchadores de otras facciones palestinas. La sórdida solidez de la colaboración entre las fuerzas de seguridad palestinas con el ocupante las ha calificado incluso de “sagrada” (1) A lo que debemos unir que su gobierno ha sido atravesado, igualmente, por........