La Habana, 24/06/15.- La Revolución, a la cual la destacada intelectual Graziella Pogolotti llama proyecto socialista cubano, ¿está en peligro? ¿Se corre el riesgo de que se hagan realidad estas palabras de Fidel Castro?:
“Este país puede autodestruirse por sí mismo; esta Revolución puede destruirse, los que no pueden destruirla hoy son ellos; nosotros sí, nosotros podemos destruirla, y sería culpa nuestra”.
¿Son los recientes sucesos acaecidos en la capitalina Finca de los Monos y su tratamiento informativo un preocupante indicio de que la Revolución sí puede autodestruirse?
A entender de este periodista, ni las “éticamente inaceptables” medidas coercitivas unilaterales de Estados Unidos hacia Cuba (bloqueo), ni un abultado expediente de errores económicos – con ejemplos ya históricos como la llamada Ofensiva Revolucionaria, la Zafra de los Diez Millones “que nunca han sido”, u otros mucho más cercanos-, tienen fuerza suficiente para acabar con el proyecto socialista cubano. Pero sí la pérdida de credibilidad de su liderazgo ante los ojos del pueblo.
“Decir la verdad es siempre revolucionario” -dijo Antonio Gramsci– porque se confirma en la práctica; lo acaecido en la Finca de los Monos se suma a insuficientemente explicados hechos como la explosión en el Hotel Saratoga o el incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas, ambos episodios trágicos y con muertos incluídos.
Todos – ¿también otros?- son ejemplos de un modo de informar a la población por parte de un modelo de prensa pública – agotado , afirmó el presidente de la Unión de Periodistas de Cuba, Ricardo Ronquillo Bello – , que parece desconocer la existencia de casi ocho millones de cubanos residentes ya usuarios de Internet y de las redes sociales, al punto de que las últimas son la segunda o tercera fuente de información entre los 18-60 años de edad.
Esos compatriotas no quedarán conformes con la llamada “versión oficial” si en ésta aparecen “puntos oscuros”; buscarán más y hasta creerán en falsas noticias, siempre que satisfagan a sus lógicas suspicacias. Si detectan mentiras ¡Ay, Revolución! ¡Ay, proyecto socialista cubano!
El pasado 8 de junio se programó en el Parque Tecnológico Finca de los Monos, ubicado en el municipio capitalino Cerro, un evento a base de la llamada “música repartera“; la misma, dicho con total respeto, expresa el sentir de lo marginal criollo y atrae a adolescentes y jóvenes, incluyendo a delincuentes juveniles y a un preocupante correlato: las pandillas barrioteras. Sobre éstas, ¿qué tienen por decir las autoridades competentes? ¿Qué hay por decir en Cuba, donde no se publican estadísticas sobre el delito desde ¡1975! ?
Por tanto, la “música de reparto”, aunque con tanto derecho a existir como cualquier otra, es caldo de cultivo para que pugnas de diverso pelaje se diriman hasta con cuchillos y machetes, tal como........