En un contexto que relegaba a las mujeres al ámbito privado, Carolina Muzzilli fue un ejemplo de lucha por la conquista de los derechos laborales, sindicales y culturales de la mujer trabajadora y las infancias. Un nuevo libro explora la vida de esta militante social y política, oradora, escritora, editora y periodista argentina.
El período comprendido entre la última década del siglo XIX y el inicio de la Primera Guerra Mundial estuvo caracterizado por la apertura de un proceso de modernización industrial de la Argentina, su progresivo ingreso en la división internacional del trabajo y la consolidación del Estado burgués. La incorporación subordinada del país a un mercado mundial entonces dominado por Gran Bretaña definió un nuevo rostro para su estructura económico-social.
Estas décadas representaron el punto de partida para una incipiente inserción femenina en el mundo laboral, sindical y, con ellos, en las luchas sociales, proceso acicateado por la expansión de los sectores obreros criollos, súbitamente incrementados a partir de las corrientes migratorias de ultramar, y la aparición de las primeras organizaciones sindicales y políticas propias de la clase obrera.
Carolina Muzzilli nació en Buenos Aires en 1889. Creció en un hogar proletario de inmigrantes italianos, familia numerosa que vivía en un conventillo de Constitución. Con apenas 13 años intervino en la apertura del Centro Socialista Femenino (CSF) mientras comenzaba a cursar sus estudios en una institución de prestigio como es la Escuela Normal del Profesorado de Lenguas Vivas, ingreso vedado a las personas de su clase, quienes una vez finalizada la instrucción primaria debían abandonar toda perspectiva educativa a futuro. Por esa razón, debió trabajar de costurera para costear su formación. Ya siendo una adolescente integró ese mundo militante que privilegiaba la participación sindical, la escritura y la lectura como foco de luz y bandera de combate que intentaba transmitir el optimismo revolucionario por medio de diversos canales. En la mayoría de las entrevistas, ella declaraba que su vocación socialista se originó al frecuentar como oyente a........