La mujer joven es la primavera del nuevo mundo

En el momento en el que la naturaleza despierta vestida con sus colores más vivos, sin embargo no tiene tiempo para recuperarse del duro invierno.

La crisis en la que se encuentra el mundo está alcanzando nuevas dimensiones. Tenemos que abordarla conscientemente para encontrar en este mundo nuestro propio camino, especialmente como mujeres jóvenes. Si no logramos la claridad necesaria, corremos el peligro de perdernos inmediatamente. Porque sólo con esta claridad podemos desarrollar una actitud consciente que sea capaz de oponerse a las guerras de este mundo, cuyo objetivo es empujar a las mujeres, a la naturaleza y, por tanto, a toda la sociedad a la forma más profunda de opresión. La situación actual en este mundo no ha llegado a este punto de crisis a través de acontecimientos aleatorios, sino cocinándose a fuego lento durante mucho tiempo y ahora está reuniendo todas sus fuerzas para escribir el supuesto fin de la historia.

Sin embargo, este fin no se escribe solo. Para mantenerse, el sistema necesita siervos y esclavos a los que entrena para que sean sus marionetas, despojándolos de su identidad, de su propia cultura, de su ideología. Pero tener conciencia del estado del mundo no basta por sí sola. Esta conciencia debe ser categorizada. Como escribió una vez Şehîd Bager: “La conciencia es ideología en acción, vivir según una norma, con una guía espiritual”. La guerra de ideologías, que se hace patente en cada segundo de la Tercera Guerra Mundial, intenta quebrar al ser humano precisamente en estos puntos. El patriarcado, como tiranía, ha creado para sí una poderosa hegemonía ideológica. Una ideología conforma la estrategia de todo sistema. Las ideologías creadas, como el liberalismo y el postmodernismo, moldean a toda una generación que va camino de moldear el futuro. Se utilizan tácticas de guerra especial para robar los sueños, los objetivos y las utopías de la parte de la sociedad que más moldearán el futuro, es decir, las mujeres jóvenes. Para mantener vivo este sistema, se empieza por este punto. Moldea a la mujer joven a su antojo. La absorbe por completo y amenaza con hundirla en él. Debido a los métodos cada vez más influyentes de los medios digitales, depende, cada segundo de su vida, de una autoridad invisible que moldea su opinión (o más bien, su no opinión) y le sirve de normas para una vida supuestamente perfecta. Determina su forma de hablar, de vestir, de comportarse, simplemente todo. ¿Podemos seguir hablando de una vida consciente? Pero, ¿cómo recuperar nuestra propia conciencia que puede guiarnos en nuestra búsqueda de la libertad?

Si desarrollamos tácticas eficaces de autodefensa contra la guerra especial, podremos convertirnos en fuerzas de la solución en el caos de la Tercera Guerra Mundial.

Sólo así podremos salir del círculo de la impotencia y unir nuestras voces en todo el mundo, que ya resuenan con la melodía inicial de la revolución. En todo el mundo son, sobre todo, las mujeres jóvenes las que salen a la calle para protestar contra el agravamiento de la crisis. Sin embargo, la protesta está bastante aislada, por un lado, y se caracteriza por la falta de liderazgo, por otro. Este liderazgo sólo puede convertirse en una fuerza orientadora si se expresa en una identidad revolucionaria capaz de conectarse. Esto requiere........

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