Las importantes reticencias de las diferentes comunidades autónomas del Estado para el reparto de los menores migrantes, además de suponer una hostil insolidaridad con las islas, denota, aunque se pretenda maquillar, una actitud segregacionista para con el país canario y un sesgo xenófobo de los respectivos gobiernos autonómicos hacia la migración africana.
De tal manera, las diferentes autonomías y sin exclusión de partidos políticos, dan carta de naturalidad al hecho de que Canarias se perpetue como territorio exclusivo de deportación y concentración que les libra del movimiento migratorio africano que no........