Visto el nuevo reparto de escaños entre los grupos en el seno del parlamento europeo, publicamos una versión 2.0 de un artículo publicado en junio de 2024. Se trata de una versión bastante aumentada y actualizada pues en el curso del mes de julio ha habido numerosos acontecimientos en la UE.
por Eric Toussaint
¿Cómo interpretar los resultados de las elecciones europeas?
En Croacia la tasa de participación solo ha llegado al 21,35%
Primera observación, en las elecciones europeas que se celebraron en los 27 países miembros de la UE entre el 6 y el 9 de junio de 2024, la participación volvió a ser muy baja. En promedio, para la Unión Europea, fue del 51%. Hay que tener en cuenta que los países donde la votación es obligatoria entran en el cálculo de esta media, como es el caso de Bélgica donde la tasa de participación ha sido del 90% [1]. Sin ellos, el porcentaje de participación pasaría por debajo de la marca del 50%. De los 27 países miembros de la UE, 15 países tienen una tasa de participación inferior al 50%. Y los países que han entrado recientemente en la UE han experimentado tasas extremadamente bajas. En Croacia, la tasa de participación solo alcanzó el 21,35%. Hay que tener en cuenta que Croacia solo ingresó en la UE en 2013 y solo en 2023 en la zona euro y el espacio Schengen. En Lituania, que se unió a la UE en 2004, la tasa de participación fue del 28,35%. Para las otras dos repúblicas bálticas, la tasa para Letonia es del 34% y para Estonia del 37,6%. Otros países donde la participación ha sido baja: Chequia con un 36,45%, Eslovaquia con un 34,40%, Portugal con un 36,5%, Finlandia con un 40,4%, Bulgaria con un 33,8% y Grecia con un 41,4% (¡cuando en estos dos países el voto es obligatorio!).
En Italia la tasa de participación ha alcanzado el 48,3%, 6 puntos menos que en 2019. En Francia la tasa de participación se ha elevado al 51,50%. Entre los grandes países de la Unión Europea, solo Alemania supera ampliamente el 50% de participación, alcanzando un 65%.
Conclusión: La mayoría de las y los ciudadanos de la Unión Europea no tienen ningún entusiasmo por las instituciones de la UE y no confían en la utilidad de utilizar su derecho al voto. Los ciudadanos y ciudadanas de los países del antiguo bloque del Este o del Sur de Europa que tenían muchas esperanzas en el momento en que su país se unía a la UE o más tarde a la zona euro o al espacio Schengen están claramente decepcionados por las promesas incumplidas de mejorar las condiciones de vida. La progresión de los derechos sociales no se ha concretado, al contrario. Si a veces adopta resoluciones relativamente positivas, el Parlamento Europeo no tiene un poder real. Son la Comisión y el Consejo quienes, dentro de la UE, toman realmente las decisiones y los grandes países como Alemania y Francia ejercen una influencia decisiva en su seno. Tampoco debemos olvidar el papel coercitivo del Banco Central Europeo que ha demostrado en varias ocasiones, como en el caso de Grecia en 2015, que quería y podía desestabilizar un gobierno que no siguiera dócilmente la política deseada por los líderes de la UE. Una política exigida por los gobiernos de los países que dominan económica y políticamente la Unión y por las grandes empresas privadas, en particular los grandes bancos privados y los fondos de inversión. Los ciudadanos también se dieron cuenta de que durante la pandemia del coronavirus (2020-2021), los líderes de la UE no pudieron adoptar políticas sanitarias para protegerlos de manera efectiva. Y desde entonces, la UE no ha hecho nada para mejorar estructuralmente la situación, negándose a dotarse de una industria farmacéutica capaz de responder a una próxima pandemia, negándose a apoyar la propuesta presentada por 135 países del sur Global de suspender la aplicación de patentes, impidiendo el acceso universal a las vacunas y, en cambio, prefiriendo apoyar a la industria armamentística europea y aumentar el gasto militar.
Hay un refuerzo muy importante de las fuerzas conservadoras de derechas y de las fuerzas de extrema derecha
Segunda observación, hay un fortalecimiento muy importante de las fuerzas conservadoras de derechas y de las fuerzas de extrema derecha. Las fuerzas políticas que se presentaban como centristas, o centro-derecha, mientras llevaban a cabo una política de derecha dura en relación con las personas migrantes, las y los candidatos al derecho de asilo, a la remilitarización acelerada de Europa, han sufrido en algunos casos grandes pérdidas. Este es en particular el caso de la agrupación en torno al partido de Emmanuel Macron, Renaissance, que perdió 10 escaños, pasando de 23 a 13. Otro ejemplo es el Open VLD del primer ministro belga Alexander De Croo, que perdió la mitad de sus escaños. Los votantes prefieren el original (de extrema derecha o de derecha conservadora dura) a la copia.
Otros grandes perdedores son los Verdes europeos que han pagado su compromiso en materia de política para hacer frente al cambio climático, a la crisis ecológica o para gestionar los flujos migratorios y la política del derecho de asilo. También han pagado su apoyo a la política de remilitarización de Europa y la alineación con la OTAN. De hecho, en algunas ocasiones, los Verdes han desempeñado un papel fundamental en la formación de mayorías en el Parlamento y en la aprobación de las principales medidas de la legislatura 2019-2024 (Pacto Verde, remilitarización europea, Pacto de Inmigración y Asilo, etc.). En sus respectivos países, han acompañado a políticas de derecha como en Alemania y Bélgica. Como escribe Miguel Urbán: “Si en 2019 se impusieron, en cierta medida, como fuerzas de renovación y modernización de una gobernanza bipartidista anticuada, su incapacidad para cumplir con las expectativas los llevó a pagar un alto costo electoral” [2]. El Grupo de los Verdes Europeos pierde 17 escaños, pasando de 70 escaños a 53 escaños. De 4º grupo en el Parlamento Europeo, donde se adelantó a los dos grupos parlamentarios de la extrema derecha – ECR e ID (ver más adelante), pasa al sexto lugar. Por lo tanto, ahora está adelantado por estos dos grupos. Los tres grupos parlamentarios de extrema derecha (ver más adelante) reúnen 187 eurodiputados/as es decir solo un escaño menos que el PPE.
El grupo dominante en el Parlamento europeo, es decir, el grupo del Partido Popular Europeo, en el que predomina la CDU-CSU de Ursula Van der Leyen y el Partido Popular español, ha tendido la mano a Giorgia Meloni, a su partido de extrema derecha y a otros partidos de su grupo parlamentario
Tercera observación, la coalición de 3 grupos parlamentarios que gobiernan las instituciones europeas, es decir, el grupo del Partido Popular Europeo, el grupo socialdemócrata de los partidos socialistas y Renew Europe (que incluye en particular Renaissance de Emmanuel Macron, el Open VLD de Alexander de Croo – que dimitió la noche de las elecciones tras la derrota de su partido – y el VVD de Mark Rutte, ex primer ministro holandés), mantiene una mayoría aunque se reduce, ya que pasa de 417 escaños (de un total de 720 escaños) a 401 y puede seguir gobernando la UE. Pero el grupo dominante dentro de esta coalición, es decir, el grupo del Partido Popular Europeo, en el que predomina la CDU-CSU de Ursula Vander Leyen y el Partido Popular Español ha tendido claramente la mano a Giorgia Meloni y a su partido de extrema derecha, los Fratellis de Italia (miembro del grupo parlamentario europeo ECR) para incluir a Italia en la gobernanza europea. Por su parte, Giorgia Meloni, se basa en su éxito electoral del 9 de junio y en la progresión del grupo parlamentario de extrema derecha, sobre el que ejerce un liderazgo, que pasa de 69 escaños a 77. Ha exigido con éxito puestos de responsabilidad argumentando que Renew Europe ha pasado de 98 eurodiputados a 77. Durante el mes de julio, Meloni ha obtenido para su grupo ECR la presidencia de 3 comisiones de 14 (ver la lista y la composición de las comisiones en https://www.europarl.europa.eu/news/en/press-room/20240722IPR22991/committee-chairs-and-vice-chairs-elected ). Se trata de comisiones muy importantes, la del presupuesto (presidida por el belga Johan Van Overtveldt de la NVA), la de las quejas de las y los ciudadanos (presidida por el polaco Bogdan Rzonca) y la de la agricultura y desarrollo rural (presidida por la checa Veronika Vrecionova). Subrayemos que el presupuesto de la agricultura representa más de la mitad del conjunto del presupuesto de la UE. La presidencia de estas 3 comisiones es una victoria importante para Giorgia Melonia y su grupo y debería ayudarla a reforzar o consolidar su resultado electoral en el futuro.
Pagando las consecuencias de su fracaso electoral particularmente marcado en Francia, RENEW no obtiene mas que 3 presidencias de comisión y sobre todo pierde la presidencia del Consejo Europeo que pasará el 1 de diciembre de Charles Michel (liberal belga) al socialista portugués Antonio Costa. Ursula Von der Leyen ha logrado ser reelegida para la presidencia de la Comisión pero con un resultado más bien decepcionante. Solo 401 votos cuando el grupo de los verdes europeos se ha rebajado a votar a su favor. La suma de los escaños europeos PPE, Socialistas, RENEW y Verdes representa 454 parlamentarios y parlamentarias, lo que quiere decir que medio centenar de esos parlamentarios no han votado por Von der Leyen, entre los cuales según nuestras informaciones están 16 parlamentarios Verdes que no han seguido la consigna de voto de su grupo.
El grupo de la “izquierda radical” se refuerza globalmente, pasando de 37 escaños a 46
Cuarta observación, el grupo de la “izquierda radical” a pesar de las pérdidas en algunos países como Portugal, donde tanto el Bloque de Izquierda como el PCP pierden casi la mitad de los votos y escaños, se fortalece en general, pasando de 37 escaños a 46 gracias en particular a que el movimiento italiano 5 estrellas se le ha sumado con sus 8 escaños. Más allá de la composición y el número del grupo de la izquierda radical The Left, hay que señalar algunos éxitos. Este es el caso del buen resultado de La Francia Insumisa en comparación con los resultados de 2019, que pasa de 7 a 9 parlamentarios, y que alcanza casi el 10% de los votos. Hay que subrayar también el excelente resultado de la Alianza de Izquierdas de Finlandia que ha multiplicado por 3 el número de escaños europeos pasando de 1 a 3 y ha obtenido el 17% mientras que el partido de extrema derecha, el Partido de los Finlandeses caía con fuerza pasando del 13,8% al 7,6%. También hay que añadir el resultado de la izquierda radical en Bélgica, con el progreso del PTB, que duplica su puntuación y su representación en el Parlamento Europeo (ver más adelante). Hay que tener en cuenta también el caso de Italia, donde la alianza verde y de izquierda alcanza casi el 7% de los votos y obtiene dos eurodiputados (ver más adelante).
Quinta observación, la crisis de los regímenes políticos se sigue traduciendo, además de en fortalecimiento de la extrema derecha, en la aparición y el éxito de listas efímeras que aprovechan su impacto en las redes sociales y la búsqueda de alternativas fuera de los partidos políticos tradicionales o incluso de extrema derecha “clásica”. Dos ejemplos de este fenómeno: la lista de Fidias Panayiotou, un tiktoker chipriota de 24 años, que fue la tercera fuerza que ganó un escaño en el Parlamento Europeo con casi el 20% de los votos, y Alvise Pérez, el candidato de Se Acabó La Fiesta, una de las novedades electorales en España que obtuvo tres eurodiputados con 800.000 votos. Alvise Pérez es muy activo en las redes sociales Telegram y Twiter / X en las que difunden fakenews claramente orientadas a la derecha. Últimamente, X le ha quitado el acceso a la red. Es objeto de varios procesos penales por difamación y espera aprovechar el estatus de eurodiputado para escapar de ellos durante su mandato. Se podría añadir un tercer ejemplo, el partido checo Juramento y Moteros que se ha sumado al grupo parlamentario de extrema derecha creado como consecuencia de la alianza entre el primer ministro húngaro Viktor Orban y Marine le Pen (ver más adelante).
¿Cuál es la amplitud del refuerzo de la extrema derecha?
La extrema derecha ha logrado convertirse en la primera fuerza política en Italia (Hermanos de Italia), Francia (RN), Hungría (Fidesz-Union Cívica Húngara), Países Bajos (PVV Partij voor de Vrijheid de Geert Wilders) y Austria (FPÖ)
En la legislatura que acaba de terminarse la suma de los dos grupos de extrema derecha en el PE se elevaba a 118 mientras que en el nuevo parlamento europeo, los tres grupos parlamentarios de extrema derecha cuentan con 187 parlamentarios, como se ha indicado más arriba, ¡solo tienen un parlamentario menos que el PPE!
No hay que excluir que algunas o algunos no inscritos o independientes (que son una treintena) se sumen a grupos parlamentarios de extrema derecha. La extrema derecha logró convertirse en la primera fuerza política en Italia (Hermanos de Italia), Francia (RN), Hungría (Fidesz-Union Cívica Húngara), Países Bajos (PVV Partij voor de Vrijheid de Geert Wilders) y Austria (FPÖ). Y la segunda fuerza en Alemania (AFD) y Bélgica (gracias al éxito de Vlaams Belang en la parte flamenca del país donde ocupa el segundo lugar detrás de la NVA, un partido de derecha radical). La extrema derecha ha progresado constantemente en Europa desde principios de siglo. Como señala Miguel Urban, eurodiputado saliente de anticapitalistas, hace 20 años los parlamentarios de la extrema derecha luchaban por formar un grupo parlamentario en el Parlamento Europeo porque implicaba tener electos en 7 países y alcanzar al menos 23 escaños. Hoy en día, disponen de tres grupos parlamentarios que, si se unieran, constituirían la segunda fuerza política en el Parlamento Europeo, incluso podrían llegar a constituir la primera. En los últimos diez años, la extrema derecha ha aparecido en algunos países donde hasta entonces no tenía asiento. Este es el caso de Portugal con la organización de extrema derecha Chega, que en las últimas elecciones parlamentarias de marzo de 2024, obtuvo el 18% de los votos y por primera vez entró en el Parlamento Europeo con 2 escaños, tras obtener el 9,8% de los votos el 9 de junio.
¿Cómo se reparten los diferentes grupos........© Kaos en la red