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¡Hola Lenin! Reflexiones sobre la revolución (Cas/Cat)

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24.10.2024

Reseña del libro de Joan Tafalla, ¡Hola Lenin! Reflexiones sobre la revolución, Irrecuperables, 2024.

Por Alejandro Andreassi Cieri

Empiezo por el final: el libro es magnífico, no sólo por la calidad de las reflexiones del autor y por su erudición, sino también porque es al mismo tiempo una herramienta para la lucha política. Es un libro militante escrito por un militante comunista – que es al mismo tiempo doctor en Historia con una tesis sobre resistencias populares en la Revolución francesa- para militantes y para todos los que mantengan el interés por conseguir una sociedad donde reinan la libertad, la igualdad y la fraternidad. Y cito una frase al final de libro que expresa la esperanza del autor y que comparto: “Continuamos y seguiremos queriendo la luna” (página 297). Joan Tafalla en el prólogo hace una afirmación tajante que sirve de hilo conductor y de fundamento de su intención al escribir este libro: “La vida me ha demostrado que, sin una vuelta al marxismo revolucionario de Lenin, nuestra lucha revolucionaria por la superación del capitalismo no tiene ninguna posibilidad de prosperar. Nunca he buscado la letra sino el espíritu con que Lenin afrontaba la cuestión” página 16).

Y en este libro nos muestra el proceso del pensamiento de Lenin desde la perspectiva del materialismo histórico y de la dialéctica como metodología de su pensamiento, aplicadas sistemáticamente al análisis concreto de la situación concreta, practicando de esta manera la filosofía de la praxis1 – teoría contrastada con la realidad empírica en proceso de ida y vuelta. Por lo tanto Tafalla nos propone que analizar concretamente la situación concreta no significa aplicar como una receta infalible lo que dice Lenin en tal o cual texto suyo que nos parezca adecuado para una situación concreta, sino analizar el proceso de su pensamiento sobre una situación concreta, cómo piensa, qué metodología utiliza, cómo se acerca a la realidad empírica con la que contrasta las conclusiones a las que llega. Esto le permite elaborar una síntesis, que explica de modo heurístico y holístico la situación analizada. Por eso el autor recoge esta metodología de Lenin cuando afirma: “… he vuelto a Lenin para intentar captar el método y el estilo con el que él afrontaba situaciones análogas”. página 38) Pienso que esta metodología que él propone resulta válida para cualquier estudio de nuestros clásicos.

Al mismo tiempo, este libro, aunque todos sus capítulos me han resultado enormemente interesantes y de los que he aprendido mucho, hay que leerlo como una totalidad. Ya veréis que los diversos capítulos se interrelacionan entre sí componiendo un análisis poliédrico del pensamiento de Lenin. En su desarrollo Joan Tafalla siempre hace un análisis contextual para explicar las raíces y las razones del pensamiento de Lenin. Al mismo tiempo aplica la metodología de Lenin al analizar la situación política y económica actual, tanto a nivel nacional como internacional, utilizando los conceptos elaborados por Lenin pero comprobando su validez en la prueba de su adecuación a la coyuntura actual.

El diálogo entre el texto de Lenin y su contexto es la clave del método que utiliza el autor y que nos permitirá aprovechar las citas que hace de Lenin no como una escritura sagrada que hay que seguir al pie de la letra, sino como una reflexión viva en la que vemos cómo funciona el cerebro de Lenin. Por lo tanto esta es la manera en que su pensamiento no solo sigue vivo, sino que nos sirve como método para analizar la situación actual en la que estamos inmersos. El objetivo de un libro como este es el de aprender cómo los conceptos y método de pensamiento de Lenin nos pueden ayudar en la actualidad. En ello consiste la práctica teórica, en el diálogo entre contexto y teoría, y en la reflexión con la consiguiente modificación o confirmación del supuesto teórico. Por ello, nos explica Joan Tafalla, que la concepción de Lenin del partido revolucionario está estrechamente vinculada a esta praxis teórica y práctica que surge únicamente en tanto el partido forma parte de la clase obrera participando en sus luchas y reflexionando colectivamente sobre esta experiencia de lucha de manera constante. En ningún caso el partido es una estructura que está sobre la clase obrera actuando como vanguardia iluminada ejerciendo el liderazgo de una clase pasiva, que sigue al partido como el rebaño al pastor (páginas 266-274).

Joan Tafalla define los campos en los que Lenin ha hecho una revolución teórica: la cuestión del imperialismo, la guerra imperialista y la posición del movimiento obrero ante ésta, la cuestión campesina y su alianza con la clase obrera, la cuestión nacional, la cuestión del Estado (y la democracia) y la cuestión de la dialéctica. Esta revolución teórica significó la ruptura radical con Kautsky y con él con el “marxismo” de la Segunda Internacional, por tanto con el sesgo determinista, economicista, positivista y evolucionista del pensamiento de Marx y Engels (página 173).

Un aspecto fundamental de su reflexión sobre el pensamiento de Lenin se centra en la cuestión de la lucha de clases y de la hegemonía. Considera que Lenin ya utiliza el concepto que más tarde elaborará E.P. Thompson por lo que las clases sociales se constituyen en la lucha de clases. También evoca el vínculo en la concepción de la hegemonía entre Lenin y Gramsci: la clase que dirige – por tanto la clase hegemónica- comienza la construcción de su hegemonía antes de llegar al poder así como la importancia de la pedagogía como herramienta para conseguir la hegemonía. (páginas 181 y 200). También la cuestión de la hegemonía surge cuando Lenin habla de la revolución cultural necesaria para completar la revolución política y social (página 234).

Para completar esta reseña del libro de Joan Tafalla comentaré algunos puntos de su libro que me resultan sumamente interesantes para un debate posterior. El primer punto se refiere a la democracia consejista o soviética. Respecto a los que como Plejánov proclamaban que la Comuna de 1871 “era historia antigua”, Lenin la considera como una fuente de inspiración de la verdadera democracia y como sinónimo de verdadero poder proletario. Y fijaos que repetidamente esta experiencia se ha vuelto a poner a la orden del día cada vez en que se ha producido un cambio en la relación de fuerzas entre las clases dominantes y las clases subalternas, y no sólo durante la Revolución rusa, sino también durante las primeras fases de la Revolución alemana de 1918-1919, durante los consejos obreros turineses de 1919-1921 que analizó Antonio Gramsci, durante la guerra civil española, durante la liberación de las ciudades y pueblos por el movimiento antifascista contra la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial, durante la Larga Marcha de la Revolución china, la Revolución de los Claveles en Portugal, hasta nuestros días con el movimiento zapatista o la lucha de los kurdos en Rojava.

El segundo punto trata sobre la cuestión campesina, en la que Joan Tafalla deja muy claro la importancia que para Lenin tenía la relación del partido obrero con los campesinos, y no sólo en la........

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