Como señaló con meridiano acierto Karl Marx en el célebre capítulo XXIV de su libro El Capital la acumulación originaria de las fortunas de los grandes magnates está amasada en sangre y barro.
En efecto, el terrorismo de Estado ha sido el impulso para la reconfiguración de parte de la clase dominante.
Sin la activa colaboración del Estado terrorista y su maquinaria aniquiladora de luchadoras y luchadores sociales........